lunes, 30 de enero de 2017

La ironía de un examen


Recuerdo con genialidad la perspicacia de contestar un examen cuando no se ha estudiado para este.

¿Les ha pasado?

El papel en blanco frente a ustedes, las preguntas enumeradas esperando ser contestadas, unas vagas instrucciones encabezando la tortura y tu lápiz en mano para iniciar el interrogatorio.

De repente, cuando sospechas que el caso está perdido, descubres que varias de las preguntas inician sólo diciendo: "¿Crees que....?" "¿Recomendarías que....?" Astutamente, la respuesta para ti puede ser contestada con un sencillo "sí" o un breve "no". Así que te animas a responder con monosílabos pues en tu defensa está el que la pregunta no pide nada más de tu parte. ¡Listo! Auguras aprobar.

Reflexión...

Aunque como docentes pudiéramos esperar una obvia respuesta amplia y argumentada, si la pregunta o instrucción no lo pide, dejamos una apertura que algunos osados alumnos tomarán. La sugerencia es cuidar en el diseño de un examen, la redacción de las preguntas, atender detalles que nos hagan conscientes de lo que estamos pidiendo, para que no nos sorprendan con otras respuestas. Y no sólo por aquellos valientes que osan librarse de algo... sino porque a veces pedimos que se "mencione" esperando un argumento o pedimos "explicar" esperando una definición.


lunes, 23 de enero de 2017

Lógica infantil


Un día de visita a un colegio bilingüe a nivel Preescolar, me encontré sumergida en una clase que tenía como propósito enseñar el sonido de la letra inicial de una palabra, como paso previo a la escritura.

El ejercicio que planteaba la maestra era sencillo. "Digan por favor, palabras que empiecen con "A" (enfatizando el sonido, sin apoyo visual de la letra)

Como niños, la lógica obvia a la solicitud estaría relacionada estrictamente al sonido que se asemejaba a decir "A". Los alumnos pronto iniciaron una lluvia de palabras dichas en turnos según se les iban ocurriendo. "Amor" "Ana" etc. La maestra aprobaba lo dicho asintiendo con la cabeza, hasta que uno de los alumnos alzó la mano y sin esperar que se le diera la palabra, lleno de emoción exclamó: "R2D2" (pronunciado en inglés)

La maestra le miró desconcertada sin saber si aprobar o no la respuesta. Los demás alumnos continuaron participando y lo dicho por el alumno pasó desapercibido sin retroalimentación.

¿Se equivocó el niño?

¡Claro que no! Y aquí iniciamos la reflexión.

Sin más parámetro ni contexto que sólo decir palabras que inicien con "aaaaaaaa" la respuesta del niño es correcta. Finalmente si decimos el nombre de este afamado personaje de Star Wars, nos sonará inicialmente con "aaaaa" Lo interesante es que siempre tenemos alumnos en el salón de clases que van más allá del esquema en el que ya hemos encuadrado los ejercicios. Saco esto a colación, puesto que las palabras que los demás niños mencionaban estaban escritas en el pizarrón, lo que sugiere que ya habían sido trabajadas con anticipación. La creatividad de este pequeño que le llevó a explorar en su bagaje de palabras distrajo a la maestra de su guión y más triste, le dejó sin retroalimentación. 


¿Cómo lo hubieras manejado tú?


Sugerencia: aunque sean pequeños, demos el encuadre necesario para que ellos puedan moverse dentro de criterios. Si serán palabras en inglés o español, si se valdrán nombres o sólo objetos. Y si un alumno nos sorprende, concedámonos el tiempo de validar o no su respuesta, porque es valiosa y nos puede llevar a otro aprendizaje que no teníamos previsto. Para estos alumnos, esos momentos son brillantes y abren puertas que no todos suelen abrir. ¿Te imaginas que la maestra hubiera escrito el nombre en el pizarrón y enseñado deletreo a partir de esa pregunta? Todos juntos, en inglés: R - 2 - D - 2


jueves, 19 de enero de 2017

El primer día


¡Buenas tardes a todos!

Bienvenidos al salón de Miss Lulú. Espero que el camino que emprendemos juntos el día de hoy sea para ustedes grato y lleno de aprendizajes.

Como es tradición, me presento. Yo soy Lourdes y soy pedagoga. No satisfecha con sólo estudiar la Licenciatura me dispuse años atrás a estudiar tanto posgrado se requiriese para desentrañar los misterios que envuelven el aprendizaje de los alumnos, desde las disposiciones fisiológicas hasta las cognitivas y emocionales. Además, he tenido el gusto de encontrarme con muchas personas que han complementado este estudio y que sin duda han aportado a mi visión. A todas ellas: gracias.

En mi trayectoria, he tenido la oportunidad de colaborar tanto en escuelas públicas como privadas, sobre todo en el Nivel Básico del sistema educativo mexicano. Soy una apasionada de apoyar a los docentes y coordinadores en su noble labor. Mis respetos hacia ustedes maestros que dedican su tiempo a formar a nuestras generaciones de niños y jóvenes. No es fácil estar frente a grupo, y sólo los valientes apasionados de la enseñanza se animan a tomar en sus manos tales proezas. Mi admiración para ustedes, siempre.

Este salón de clases (blog) pretende precisamente contar desde las anécdotas más cotidianas que despiertan las más inusitadas reflexiones sobre cómo sucede el aprendizaje, hasta aquellas ideas que han surgido en mi mente disparatada en busca de una educación de calidad (aunque muy trillada sea esta frase) que realmente apuesten a lo trascendente y no a lo que se abandona al escribirse en un examen.

Espero encuentren en este salón de clases un espacio educativo para reflexionar, reír y angustiarse un poco ante la realidad educativa. Después de todo, es un campo perfectible y aún nos falta mucho por hacer... pero con el esfuerzo de todos lograremos hacerlo.

Finalmente, pueden encontrarme aquí. Si tienen dudas, preguntas o consultas que hacer, con todo gusto les puedo apoyar si está en mi posibilidad hacerlo. Después de todo, si no se reconoce primero la ignorancia en uno como profesionista de la educación, la puerta al aprendizaje se habrá cerrado para siempre. Y no sirve de mucho un maestro que ya no tiene nada qué aprender. Así que, si sé cómo, les apoyaré y sino, me dejarán ustedes tarea a mí para después de hacerla, ayudarles.

Les agradezco el que hayan entrado aquí y seas o no maestro o alguien dedicado a la educación, apuesto a que algo interesante encontrarás en este salón.

¡¡Bienvenidos al Salón de Miss Lulú!!